El Carmen Indautxu
Cualquier escuela Vedruna, es decir de las Carmelitas de la Caridad Vedruna, y por tanto nuestro centro, tiene como misión la formación integral de los alumnos y alumnas de acuerdo con una concepción cristiana del ser humano, de la vida y del mundo, preparándolos para que participen activamente en la transformación y mejora de la sociedad.
Todo centro Vedruna es plataforma de evangelización. Queremos ofrecer el proyecto de vida de Jesús como un proyecto atractivo, posible y alternativo, que posibilita el desarrollo integral de la persona, fundamenta su dignidad, provoca procesos de búsqueda de sentido y hace feliz a las personas.
Queremos aprender a hacer y realizar una lectura creyente de la realidad y a ver a Dios en todas las cosas. Deseamos educar desde la libertad interior, para que todos y cada uno lleguemos al conocimiento personal y experiencial de Jesús y, desde ahí, descubrir el sentido de la vida y la importancia de optar y vivir cuidando la vida propia y la de los otros, experimentar lo que nos hace más humanos y felices, y obtener la fuerza necesaria para denunciar todo lo que signifique una agresión a la dignidad de la persona.
Además, nuestro proceso evangelizador en la escuela Vedruna pretende ayudar a los alumnos y alumnas a incorporarse a la comunidad de los creyentes en Jesús, descubriendo con ella y en ella el sentido de pertenencia a la Iglesia, pueblo de Dios en camino.
La acción Pastoral dinamiza la opción evangelizadora en todo el proceso educativo.
Podemos recoger la acción Pastoral del centro en 5 ámbitos: celebraciones (según el tiempo litúrgico), jornadas (Paz, objetivo del curso…), campañas (Domund, Proyecto Solidario y Banco de Alimentos…), convivencias y oración.
Pero la acción Pastoral es mucho más: impregna cada rincón del centro, el ambiente, las relaciones, el estilo educativo…, es línea transversal de las diferentes asignaturas del ámbito académico y configura la acción tutorial.
Todos los miembros de la comunidad educativa somos Pastoral: personal docente, no docente, administración y secretaría, familias, monitores/as... todos.
Pero, lógicamente, hay un equipo/proceso, formado por 6 personas de las diferentes etapas, que planifica, diseña y coordina toda la acción pastoral del centro desde la línea u objetivo dado para todos los centros Vedruna. Este equipo se reúne una vez a la semana. Son Blanca Abad y Silvia Albarrán, por Infantil y Primaria; Ana Unzurrunzaga, Elena Anzuela y Carlos Fernández, por Secundaria y Bachiller. Ana es la responsable de todo el equipo de trabajo.
Un nuevo curso y un nuevo objetivo de Pastoral, que será para dos años. ¿Por qué? Porque en el curso 2025-2026 celebraremos el Bicentenario de la fundación de la Congregación de las Carmelitas de la Caridad Vedruna, 200 años de vida de la Familia Vedruna: “Cuidar los orígenes para abrazar el futuro” y desde ya no vamos a perder ese horizonte.
Este curso 2024-2025 pondremos nuestra atención en el tema del cuidado por eso el lema será: “Cuidar para cambiar el mundo”.
Un día de 1823, Joaquina coincidió con Josep Estrada, buen amigo suyo, en la puerta del hospital de Igualada y le dijo: «Quiero comunicarle un secreto que nadie sabe, ni los de mi familia. Sólo mi director espiritual. Yo tenía intención de entrar como religiosa en un convento; pero el Señor me manifestó que su voluntad era otra. Me parece que mi misión es formar a unas hermanas que puedan remediar las necesidades de los pobres. Los enfermos que no tienen buena familia están desatendidos. Nadie se preocupa de la educación de las chicas, ni de los niños. En las casas de Misericordia hay una mezcla de gente abandonada y desgraciada impresionante, y todavía son muchos los que no tienen un sitio en estos establecimientos. Dios quiere el servicio amoroso de mis hermanas a esta gente».
Este texto revela las intenciones y el propósito de Joaquina cuando pensaba en fundar la Congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna. Desde el primer momento la idea de cuidar a los demás, la idea del cuidado es fundamental en su manera de ser y de hacer.
Si queremos aprender a cuidar para mejorar, debemos tener presentes sus cuatro dimensiones:
- El cuidado de uno mismo
El cuidado de sí mismo implica el autocuidado, aprender a cuidar nuestra dimensión exterior y también interior, aprender a ser, a hacer, a crear ya trascender.
- El cuidado de las personas cercanas
El cuidado de las personas cercanas consiste en aprender a crear y establecer vínculos afectivos, generar sentimientos de pertenencia, cooperar, cocrear y escuchar.
- El cuidado de las personas lejanas
El cuidado de las personas lejanas tiene que ver con aprender a formar parte activa de la sociedad, a sentir el sufrimiento ajeno como propio ya ser agentes de cambio y transformación social.
- El cuidado del planeta
El cuidado del planeta implica aprender a habitar el mundo con responsabilidad, preocuparse y ocuparse del futuro de la humanidad y de la naturaleza.
Todas ellas son dimensiones que trataremos de vivir este curso en nuestro día a día en el centro con más fuerza si cabe, que trabajaremos a través de las tutorías, actividades… y en las que profundizaremos a través de las celebraciones, oraciones, campañas solidarias, jornadas y convivencias.
El curso que viene, el 2025-2026 el lema, en clave totalmente de Bicentenario de la Familia Vedruna, será: “Cuidar los orígenes, para abrazar el futuro”.
“Desde sus orígenes, la Escuela Vedruna ha estado comprometida con la educación y es un patrimonio sólido, consolidado día a día. La intuición de Joaquina, recogida por tantas educadoras y educadores, ha hecho posible atender las necesidades educativas de los distintos momentos históricos. Hoy este patrimonio es nuestro, lo acogemos y ofrecemos nuestra aportación para enriquecerlo” (PEV IV).
El proyecto que presentamos ha sido elaborado en el marco de la PEV y teniendo en cuenta la valiosa experiencia del trabajo que llevamos a cabo en nuestras escuelas. Lo ofrecemos como referente de la acción educativa evangelizadora en los colegios Vedruna de Europa. Es un proyecto abierto que pide ser recreado en cada centro y que lleva en sí mismo el germen de una reformulación continua en respuesta a la realidad diversa y cambiante.
“Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. En estas palabras de Jesús queremos enraizar, nutrir y avivar nuestra misión educadora.
Acompañar la Vida en los Centros Vedruna quiere ser pues una invitación –dirigida a cuantos formamos parte de la Escuela Vedruna- a vivir gozosamente el compromiso con una acción educativa humanizadora que anuncie al Dios de la Vida.
