
Como cada año el 2 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Abolición de la esclavitud, organizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 1949. Este día nos hace reflexionar sobre los derechos que tiene cada persona y lo que realmente significa la libertad.
Según las últimas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo forzoso ha aumentado considerablemente en los últimos cinco años, en concreto, en 2021 había 10 millones más de personas en esclavitud en comparación con 2016.
A nivel mundial, el trabajo forzoso genera aproximadamente 236 mil millones de dólares en ganancias anuales. Este dinero representa los salarios robados a los trabajadores.
Hay varios tipos de esclavitud:
Por desgracia, algunas de estas esclavitudes están normalizadas en algunos países, como, por ejemplo, el matrimonio infantil en Níger. ¡Hay mucho por lograr teniendo como horizonte el ODS 8, trabajo decente y crecimiento económico.
En este día, la ONU ofrece eventos y actividades para concienciar sobre la esclavitud moderna y sus víctimas, recordando el origen histórico para la represión de la trata de personas. Asimismo, promueve la participación de gobiernos para poder eliminar la esclavitud y los matrimonios forzados.
A continuación, puedes escuchar la canción “Ya no soy hija de esclavos” interpretada por Marta Gómez. Ella durante la canción habla sobre la situación de una chica en la que su familia es esclavizada denunciando el estado en el que se encuentra. https://www.youtube.com/watch?v=kTHoH3MWFeU
Además, este día sirve como recordatorio de la dignidad que cada persona merece. Hacer memoria de este día es reconocer el dolor de quienes fueron privados de su voz y su vida y a su vez, es una invitación a no repetir esas cadenas en otras formas. La abolición no es solo un acto del pasado, es un compromiso presente con la justicia y con el respeto mutuo.
La Biblia nos enseña que Dios valora el esfuerzo de cada persona y su trabajo; y expresa el desacuerdo que tiene en el maltrato hacia las personas y en la superioridad que creen tener algunos sobre otros. Como seguidores de Jesús digamos: ¡No a cualquier forma de esclavitud en este siglo XXI!
(Irene, Loiola y Yihao, 1º de BTO B)
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